El papel, mi segundo hogar


“Las ideas necesitan un buen lugar donde poder vivir, y a veces la memoria no es suficiente”.
Mi relación con los cuadernos ha ido mutando a lo largo de los años.
Hoy por hoy puedo decir que me he reconciliado con el papel. Nunca debí dejarlo. No sé cómo en algún punto de mi vida me atreví a migrar totalmente a lo digital.
Desde que empezó la pandemia, escribir se convirtió en una puerta a exteriorizar mis procesos creativos y entenderlos de mejor manera.
Ayer me llegó el primer Moleskine* Art pentagramado de mi vida, siempre quise uno desde que escuché un podcast llamado “Gabinete de Curiosidades” (Ep. 2, “Por favor, depositen aquí sus esperanzas”). Y más allá de la marca, en estas latitudes es muy difícil encontrar cuadernos funcionales. Solo recuerdo haber encontrado un buen cuaderno en “casa ideas”: era naranja, de tela, pequeñito, cuadrado y con hojas amarillas. Debido a ese cuaderno terminé entablando una conversación surrealista con un extraño en el bus camino a casa (nada raro, por suerte). Más aún, difícil encontrar cuadernos pentagramados con tapa dura, así que lo considero una buena inversión.
El principal problema que tenemos los músicos con los cuadernos pentagramados es que son muy grandes y encima son de tapa blanda. Hay cuadernos importados como los de Henle Verlag, que son preciosos, pero nuevamente son de tapa blanda, y grandes. La ventaja de moleskine es que puedes tener hojas pentagramadas en un cuaderno de bolsillo.
Ojalá me hubiera topado con esta marca cuando estudiaba armonía y contrapunto. El modelo que llegó es un cuaderno mediano, con 10 pentagramas por hoja y también hojas en blanco para poder anotar ideas o cosas teóricas, trae una regla, y un bolsillo interno para llenar algunas cosas importantes. Casi 200 páginas. Sobre todo, que es muy motivador escribir en él.
Tiene bordes redondeados y son de color avena, todo un SEÑOR CUADERNO. En verdad sientes el cuidado y cariño impreso en cada hoja, tanto así que ayer no podía dejar de mirarlo.
Me alegro de haberlo encontrado, ya que en estos últimos meses solo tenía a la mano hojas pentagramadas sueltas, y muchas veces no son una buena forma de guardar la música, ya que, en mi caso, las ideas se me terminan extraviando y las hojas ocupan mucho espacio cuando cargas una mochila pequeña. Por fin he dado con el cuaderno indicado después de años de búsqueda. Recuerdo que en el conservatorio solo usábamos cuadernos que vendían en la librería, hechos ahí mismo, que eran mil veces mejor que comprar cuadernos pentagramados escolares, de esos que solo tienen clave de sol. Lo malo: que con el tiempo esos cuadernos se terminan ensuciando mucho y doblando, además de que el anillado se termina gastando y termina hecho un lastre. A pesar de todo, recuerdo con mucho cariño mis primeros cuadernos pentagramados, cuando ni siquiera sabía dibujar bien una clave de sol. Quizá no hayan sido los más bonitos, pero vaya información que guardan, un millón de lecciones musicales y también lecciones de vida. Era muy divertido cuando todos en clase veíamos llegar a una compañera con un cuaderno pentagramado importado. Todos lo queríamos. Así que puedo decir que no soy la única persona que también siente un especial cariño por ese tipo de cuadernos.
Este moleskine es mi cuarta bitácora para este 2022. Parecen muchas, pero en realidad son necesarias. Todo el mundo debería tener una libreta “mona” en donde anotar cosas, sea que seas artista, escritor o simplemente quieras anotar ideas y pensamientos importantes. A veces es bueno registrar cosas, sobre todo para mentes frágiles (como yo).
No sé qué ideas musicales termine escribiendo en mi moleskine, pero me alegra que por fin estos motivos tengan un lugar para vivir.
*Moleskine: Marca de bitácoras para escritores y artistas.
Algunas marcas peruanas que salen de lo convencional:
· Mostachine
· Bitácoras Perú
· Quilqay.perú
· Libretas inéditas
· Caputtravis
· Casa Ideas (tienda)
Marcas Internacionales
· Moleskine
· Leuchtturm
· Midori
· Arteza
· Boutique.raw