Pequeñas sorpresas para tiempos locos


Siempre le tuve pánico a este momento de mi vida, hace años me lo imaginaba de una forma que no me gustaba, mi negatividad es algo que he tenido que ir trabajando de a poco. Mi mamá me dice que siempre que soluciono un problema, termino buscando otro.
Han sido días de picar, picar y picar piedra, tratando de encontrar respuestas a situaciones académicas y también en lo personal. Dios siempre es bueno, en tus momentos más oscuros, su consuelo y paz sobrepasa toda situación extrema y disipa toda angustia. De no estar atravesando estas circunstancias, definitivamente no podría experimentar de su misericordia.
Me gusta pensar que en esta temporada no todo es gris, siempre el Señor te visita con "pequeñas sorpresas", y en ese sentido, el arte es una de ellas. Algo que me ha motivado mucho en este tiempo un poco agrio, es ver patinaje artístico.
Es increíble las historias de superación que hay detrás de cada patinador, estoy muy conmovida con el espíritu de lucha que tienen estos deportistas y no solo eso, sino también de esa búsqueda incansable de belleza y trascendencia; mucho que aprender.
Cada vez que algo no me da resultado, suelo acordarme de ellos y trato de integrar esas virtudes.
Por otro lado; Bach, el inigualable. Gracias a Dios por Bach, su música y legado. Estos días, a pesar de tener mil cosas, he estado practicando diariamente. Muchas veces me sorprende como Dios usa esa música para aquietar mi corazón y mostrarme la belleza y complejidad que se esconde detrás de esas melodías. Estoy preparando un arreglo fusionando a Bach con el jazz que me tiene muy ilusionada. Vamos aprendiendo de apoco, ha sido muy retador y a la vez inspirador volver a estudiar Bach en estos momentos.